El sol parecía que nunca se había ido de esas paredes... Los Mallos, lucían resplandecientes desde el coche...
- ¿Qué sientes?- le pregunté a Gabi.
- Nada. Creo que he escalado demasiado en mi vida.
Este sentimiento de aparente vacío, chocó en mi cabeza con la imagen de haberlo visto minutos antes delante de su casa, con lo pies de gato en la mano y a pesar de su cara de sueño, ilusión en su mirada...
Hacía ya 2 meses (¿o son 3?) que por una razón u otra, no me ponía el arnés, ni me ataba a la cuerda, y debajo de la vía, me parecía un imposible...
Y nuevamente, un comentario de Gabi, me puso en mi lugar:
- Hace 20 años, por lo menos, que hice esta vía.
Y es que a veces la vida, te lleva sin quererlo, a donde todo comenzó ...
Impresionante lo que habéis conseguido, !Que Gabi se ponga un arnes!!!! Enhorabuena, Gabi, Patri y Justo.
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